miércoles, 12 de mayo de 2010

AMOR ¿FIJO O MÓVIL?
*por Elizabeth Pazos

Podríamos decir que la persona amada usualmente debería representar la suma de nuestras necesidades y anticipaciones. Pero algunas de estas van cambiando en la medida en que las vamos satisfaciendo o que el tiempo pasa e impone otras alternativas, siendo este uno de los conflictos frecuentes en la relación: seguir igual o cambiar.
Si sentimos/creemos que somos muy sexuales y nos buscamos/encontramos una pareja muy carnal, generalmente llega un punto en que esta necesidad disminuye y pasa a un segundo plano. Si a la otra persona no le pasa lo mismo ni siente la necesidad de orientarse en otra dirección porque el cambio le parece amenazante y no algo que facilitará a ambos el crecimiento que la relación pide, esta se empobrece y la persona más inquieta se encuentra más sola que nunca ya que ahora se encuentra en compañía de alguien que deseó y escogió con la idea de compartir mucho tiempo y siente que ahora no le da la talla.
Cuando esta “piquiña de algo nuevo” ataca a un miembro de la pareja lo mejor es sincerarse a fin de que el otro sepa por dónde van los tiros y pueda comprender que las señas cambiaron y se le pide que florezca en otra dirección. Lamentablemente con mucha frecuencia se siente amenazad@ y quiere que el “cambiante” vuelva a ser lo que era, la persona con la que se casó o unió. Por eso Barry White compuso una canción en la que le pide a su chica que no cambie tratando de complacerlo, que no modifique el color de su cabello ni se lo corte, que él la quiere exactamente como es. El problema es que la chica ya no es sino una señora y el pelo largo ya no le luce igual porque su cuerpo cambió y podría verse como una hippy descuidada si la edad le pide una imagen más refinada. La necesidad de cambios más profundos son internos, así que no se distraigan arreglando el afuera cuando lo principal no está a la vista. Suena fácil pero no lo es, forma parte de los vericuetos del amor.
*Psicóloga Clínica-Sexóloga. Consultas Previa Cita; Martes y Jueves, Piso 5 en Meditotal, Porlamar, Cel.: (0412)996.6723 / (0426)586.8456

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AMORES POSTMODERNOS*
por Elizabeth Pazos

En la postmodernidad nos cuestionamos todo, tanto que hemos fragmentado nuestra noción de amor. Esta consecuencia que ha tenido el cuestionamiento del ser en su totalidad creemos que afecta la manera como nos enamoramos: partimos de la genitalidad, nos enrollamos en ella y nos quedamos allí. En estos días escuchaba las canciones de cumpleaños de una niña de 10 años y Giordano cantaba: “…sin pensarlo dos veces la llevé a la pared, le quité el vestido y la llené de amor; sin pensarlo dos veces me abrazó y me besó, sin pensarlo dos veces nos violamos los dos…”; ya no concebimos el amor sin sexualidad genital, probablemente por eso hablar de exclusividad amorosa es algo pasado de moda, tan es así que el dicho “amor de lejos felices los cuatro”, sería inaplicable para el libro infantil “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry; el personaje central dice la famosa frase “Lo esencial es invisible a los ojos”, estaba tan enamorado de su rosa que hasta llega a morir para poder volver a ella y al mundo que compartían, tan pequeño y escaso como sencillo y honesto.
Eso no quiere decir que actualmente no existan los “Emos” (de emocionales), chicos y chicas snob que podemos ver en el Sambil vestidos de forma estrafalaria, disfrutando de una hipersensibilidad que los lleva en otras latitudes a suicidios tristísimos, emulando a los románticos alemanes del siglo XVII que padecían tal capacidad de tormento que algunos -como Carolina von Günterode- andaban con una pistola encima, no para usarla contra otros sino para tener a mano su propia salida final. Descrito por la alemana Christa Wolf, este enfoque de vida que justifica la monogamia casi de manera obsesiva, también tiene sus beneficios, de los cuales hablaremos en el curso de la “Sociedad Venezolana de Pediatría” donde trataremos el tema de “La Sexualidad en la Adolescencia”; la cita es del 29 al 30 de este mes, las inscripciones en la biblioteca del Hospital Luis Ortega y las charlas en la Casa de la Cultura “Manuel Plácido Maneiro de Pampatar. Los esperamos.

Elizabeth Pazos
Psicóloga Clínica-Sexóloga. Consultas Previa Cita; Martes y Jueves, Piso 5 en Meditotal, Porlamar, Cel.: (0412)996.6723 / (0426)586.8456

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AMOR EN VASIJAS
*Elizabeth Pazos

Hay amores tempranos y tardíos, cada uno tiene su encanto. Los realistas quisieran ser los últimos en llegar a la vida del amante, porque creen que permanecerán más con el, pero los románticos lo quieren todo, ser los primeros, los últimos y el todo para el otro.
El amor como totalidad incluye compromiso, dedicación y SEXO. Con mayúscula porque es lo que intriga más, por ello es algo que tenemos que aprender a dosificar cuando somos muy jóvenes. ¿Por qué, diría un adolescente de cualquier edad? Al tratarse de un instinto es algo que tiende a imponerse por encima de cualquier otro razonamiento y puede llevarnos a desperdiciar muchas oportunidades si lo practicamos tempranamente, cuando todavía estamos en período de formación. Una vez que se inicia demanda cada vez más de nosotr@s y exige ser perfeccionado lo cual implica dedicación y tiempo. En culturas antiguas como la china e hindú tiene estatus de arte, como las esculturas de los templos del sur de India y los textos alquímicos chinos.
Grupos prehispánicos como los Moché del Perú representaron escenas eróticas en cerámicas utilitarias que terminaban en pezones o falos por los cuales tomaban jugos o bebidas fermentadas. Se encuentran en mercados andinos y son muy apreciados por los turistas. Nuestra sexualidad aborigen se caracteriza aún por la libertad de los lazos entre las parejas lo cual forma parte de nuestra memoria ancestral e influye en la manera contradictoria con la que experimentamos nuestra sexualidad, marcados por una cultura occidental que satanizó el cuerpo y su disfrute.
Psicóloga Clínica-Sexóloga. Consultas Previa Cita; Martes y Jueves, Piso 5 en Meditotal, Porlamar, Cel.: (0412)996.6723 / (0426)586.8456
AMORES DE TRANSICIÓN
Por Elizabeth Pazos

“No sé qué me pasa doctora, creo que lo quiero y sí me gusta pero cuando estoy con él íntimamente me siento como si me faltara algo, es como si la imagen del otro se me viniera encima. Yo creo que es que no lo quiero, que todavía amo al otro.”
El conflicto que tiene esta mujer puede ocurrir cuando se empieza una nueva relación, persiste el hábito de pareja anterior y la nueva unión no se ha consolidado. Por eso es tan frecuente que luego de un romance prolongado que fracasa, se empiece otra relación que si bien cumple la función de sanar las heridas emocionales es dejada de lado luego de un cierto tiempo. Es posible que estos amores de transición pudieran florecer si la persona no se encontrara tan marcada por su pasado y le diera oportunidad a quien se aparece en su vida con buenas intenciones hacia ella. Pero la experiencia parece indicar que cuando se está muy dolida necesita un tiempo para recuperarse, para volver a reunir sus pedacitos rotos, lamer sus heridas y estar sol@.
El proceso de recuperación implica dejar atrás hábitos amargos que tendemos a transferir en la siguiente entrega, y es muy probable que le pasemos la factura a la persona equivocada, que intentemos cobrarle al siguiente el dolor que el otro nos provocó. Además de ello el cuerpo tiene memoria no solo para la actividad física sino también para la sexual: nos acostumbramos al olor de la otra persona, a la forma que tiene de tocar, de hablar, de comportarse en la intimidad. Cuando este patrón cambia nos toma un tiempo acostumbrarnos, y confundimos hábitos con amor y entrega. En el proceso podemos subestimar a la persona que tenemos a nuestro lado, desechándola sin ni siquiera haberle dado la oportunidad que se merece. Por ello es mejor admitir que necesitamos tiempo, evitando contaminar un terreno que podría ser fértil, un nuevo oasis con palmeras, dátiles y agua fresca.
Psicóloga Clínica-Sexóloga. Consultas Previa Cita; Martes y Jueves, Piso 5 en Meditotal, Porlamar, Cel.: (0412)996.6723 / (0426)586.8456

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DE TRIOS AMOROSOS
Un hombre joven descubre que ¿disfruta-sufre? un patrón amoroso más frecuente de lo que queremos admitir: no toma en cuenta las chicas que le convienen e inevitablemente cae postrado ante aquellas que no están solas sino confundidas, ya que se encuentran comprometidas con otro.
Afortunadamente nuestro consultante ha reflexionado y decide repensarse a sí mismo, ya que no por casualidad estas cosas le ocurren a él. Aún cuando no somos freudian@s, tenemos que admitir que este vienés tocó casi todas las teclas del alma humana y lanzó interpretaciones que aún hoy nos llaman a la reflexión. Una de ellas tiene que ver con la derrota que sufre el chico que enfrenta a su padre en esa batalla conocida como edípica. Según papá Freud, la derrota puede ser de dos tipos, una fulminante y otra débil. Si gana al padre por knock-out, es decir, se queda con la madre y ocupa su lugar a nivel emocional, nunca podrá hallar pareja permanente porque ya ese lugar lo ocupa su progenitora. En consecuencia todas las chicas tendrán defectos, uno de ellos el estar ya comprometidas. De esa manera el joven eterno nunca madurará emocionalmente ya que estará acostumbrado a una atención extrema que ningún otro ser humano le podrá otorgar. Eso sí, será un hombre de éxito porque es el preferido de la madre, estará rodeado de chicas pero con ninguna concretará nada definitivo; En el segundo caso, cuando sea derrotado por el padre, admitirá su lugar de segundón pero quedará libre de las garras de un amor que no le corresponde, por lo que buscará una chica que se adecue a sus necesidades y tendrá energías psíquicas suficientes para vivir su propia vida, no la prestada que le ofrece el disfrutar del lugar del padre.
Esta forma esquemática de presentar el problema no quiere decir que sea de fácil manejo, empezando porque suena a novela barata y en realidad es algo muy profundo, que opera en las oscuridades de nuestra psique y forma parte de un patrón de conductas muy dolorosas, asumidas en forma inconsciente. No en vano Eros es hijo de Caos, según nos relata el poeta del siglo VIII a.c. Hesíodo, y su presencia se caracteriza por la confusión que provoca en aquel a quien ataca con sus dardos. La buena noticia es que todo es tratable si se diagnostica a tiempo, así que te invitamos a reflexionar y modificar tus patrones amorosos tanto si eres hombre o mujer, ya que nosotras no nos enrollamos con Edipo pero sí con Electra, lo cual será motivo de otro intercambio.
Elizabeth Pazos
Psicóloga Clínica-Sexolóloga. Consultas Previa Cita; Martes y Jueves, Piso 5 en Meditotal, Porlamar, Cel.: (0412)996.6723 / (0426)586.8456
E-mail: elimargarita08@yahoo.com.ve
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